Es el ruido de una mosca en suspensión.
Por ahí no te sorprenda, pero bien que casi creíste que era una sierra dispuesta a abrirte la cabeza. Igual, no te movés. Preferís la nebulosa.
Los ojos perdidos en una mancha- que es objeto, no un fantasma -. Le hablan y él no escucha, porque vuela mentalmente. Recorre recuerdos y palabras. Todo, por no olvidarse.
Claro, lo entiendo. A mí me dicen que me cuelgo, que me tildo, que no estoy. Les da risa y me imitan por un rato, hasta que vuelvo a estar ausente.
Yo también sé sentirme sola y en el aire.
7 comentarios:
Palabras muy hermosas de una personita con los pies sobre la tierra
pero con los pensamientos que vuelan entre arcoiris y nubes!
Te quiero mucho...tu hermanita con la que compartis tus espacios, tus
vuelos y tus moscas (y mosquitos)
querida josefina:
me gustaron tus escritos.
Te agregare a mis links.
Nebulosas entre mi quienes estan a mi lado.
Nebulosas como precipicios.
saludos
holaaa!.
que lindas las cosas que escribís! me encantaron!
mucha creatividad hay por este lado de la web! jiji :)
te mando un besoteee! una lástima que abandones a las contraltos! jeje!
nos veremos algún que otro día!
adiooooos!
Se te extraña, nena. Volvéééé!!!
Me encanta cuando incorporás insectos en tus relatos...como hace mucho con las hormigas.
Saludos!
Acá hace mucho frío y no tengo con quién pelear. Cuando vuelvas, volvé, ¿querés?
Publicar un comentario