sábado, diciembre 23, 2006

La feliz manera

Ibamos saltando de acá para allá. Ibamos acortando un camino agrio de miércoles.
Nos sentamos debajo de una palmera. Yo desconfiaba de ella, tenía miedo de que una paloma hiciera de las suyas sobre mi cabeza. Esa es mi fobia.
Todo empezó con un comentario tonto, y de ahí surgió una discusión grandota sobre vaya a saber qué tema, ya no me acuerdo. Y me olvidé de la palmera, de las palomas.
Al rato, lloraba. Una vez más. Movía el pie, más nervioso que nunca, para adelante y para atrás, con tanta energía que ahuyentaba a los mosquitos que rondaban esta plaza veraniega. Pateaba el aire, por no patear cabezas, y mis manos se retorcían y golpeaban mi falda como las manos de una nena chiquita. Pensaba en mi papá.
Gritos. El tiempo pasaba en un círculo vicioso que era necesario cortar. Yo no me creía capaz de lograrlo.
Y pasó. Habrá sido la suerte, algún dios, la madre naturaleza o simplemente una paloma vengadora la que resolvió el asunto. Pero no importa, porque, de golpe y porrazo, yo me reía. Yo me podía reír.

5 comentarios:

thebritishmodel dijo...

Muy dulce, califico al post con un 9,8 y a tu persona con un 10,3 porque debe ser requetedulce

Josefina dijo...

Eeeh... gracias, dr. Jeckyll.

Anónimo dijo...

es raro. todos tus textos son raros. por lo general me dejan sin voz. me sería muy dificil tener que hacer una critica literaria de tus textos (en relaidad me sería muy dificil hacer una critica literaria) pero no tengo que hacer eso acá. tengo que leerlos (eso puedo) y tengo si quiero que dejar un comentario. asique nada: lo leí y es raro.

Dani dijo...

¡Jose!¡Jose! ¡Fue la Madre Naturaleza! ¡Para mi que si!

¡Un feliz año para usted señorita!

Anónimo dijo...

Jo, me gusta mucho todo esto, ya sabés. Qué bueno que hayas activado el blog de nuevo.
besos, besos.